Rebelde y gitana, cubierta de flores...
Aunque mexicana, jamás he sido fan de Agustín Lara; algo en sus letras no
termina de cerrarme, pero su famosa Granada es diferente. Le agradezco
haberla compuesto, así es como este blog adquiere su nuevo nombre. Siento una
extraña curiosidad de saber cómo es que compuso esa canción si hasta entonces él
no había puesto un pie en la ciudad andaluza. Simple: Granada se intuye. Más
allá de los idealismos alhambristas, Granada es un lugar que emana energía
particular, quizá imperceptible para el turista despistado que sólo busca el
"olé" facilón en alguno de sus múltiples tablaos, pero hasta el más frívolo
paseante permanecerá impávido por minutos, mirando la Alhambra a la luz del
ocaso. Ver esa imponente edificación por primera vez es casi como contemplar una
bestia dormida. Respira. Palpita.Y parece que en cualquier momento despertará.
¿Cómo es que los granadinos no se vuelven locos aquí?, pensé cuando llegué y salí a pasear, ávida de sus callejones, cuestas y palacios.
Viajar a Granada fue un plan concebido a finales de 2011 y logré realizarlo casi siete años después.
Hay mucho más que contar, pero hoy dejo esta primera parte viajera.
Te sueño rebelde y gitana, cubierta de flores.
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